¿A qué se debe el estreñimiento del viajero?

Llegan las vacaciones y romper con la rutina, descubrir nuevos lugares o descansar en una playa paradisíaca se convierten en una prioridad para muchas personas. Pero en ocasiones, tan pronto como llegas al destino soñado, comienzas a notar que algo no va bien: tienes problemas para ir al baño. Es el estreñimiento del viajero, un inconveniente muy habitual cuando se viaja.

El estreñimiento del viajero es el nombre que recibe la dificultad para evacuar o la disminución de las deposiciones de una persona con ritmo intestinal normal en coincidencia con un viaje. Cualquier persona puede presentar este tipo de estreñimiento, aunque la frecuencia es mayor entre las mujeres y en personas que presentan este problema de manera recurrente.

¿Por qué ocurre el estreñimiento durante los viajes?

Los viajes, especialmente aquellos que suponen un cambio de huso horario, afectan a los ritmos circadianos que regulan la actividad de nuestro cuerpo. Es decir, el cuerpo percibe que nuestros horarios y hábitos no son los habituales y altera también sus propios ritmos, especialmente los de nuestro intestino. 

Los cambios en nuestra rutina diaria son por lo tanto la causa principal para presentar este tipo de estreñimiento: los horarios de comida, los patrones de sueño, el ejercicio físico que realizamos visitando una nueva ciudad o que por contra dejamos de realizar por estar tumbados en la playa y hasta la hora de ducharse son diferentes durante los viajes.

Las pautas de alimentación también varían. Son habituales en esta época cenas más copiosas, nuevos tipos de alimentos, cambios en la cantidad de agua que se toma o algún que otro exceso, por ejemplo con el alcohol. Todo ello nos afecta e incide en las dificultades para evacuar.

¿Qué podemos hacer para evitar el estreñimiento en vacaciones?

No es necesario obsesionarse por la falta de regularidad durante el viaje. Basta con seguir unas pequeñas recomendaciones que ayudan a evitar el estreñimiento durante las vacaciones o que ayudan a mejorar el tránsito intestinal poco a poco.

Sigue una dieta rica en fibra

Antes y durante el viaje aumenta la cantidad de alimentos ricos en fibra que incluyes en tu dieta. Frutas, verduras y alimentos integrales como pan, galletas o cereales te ayudarán a mejorar el tránsito intestinal. Hay que tener precaución con las frutas y verduras crudas, especialmente en determinados países donde el agua puede contener bacterias que puedan provocar otros problemas gastrointestinales.

No pares de beber agua

Hidratarse con frecuencia durante el viaje es importante, especialmente si tu destino es un lugar caluroso y húmedo. La falta de agua suficiente puede hacer que el colón seque en exceso la materia fecal, lo que dificulta las deposiciones. Es la razón por la que la ingesta abundante de líquidos ayuda a ir al baño. Reducir la cantidad de alcohol u otras bebidas como el café, que contribuyen a la deshidratación de nuestro cuerpo, es también recomendable.

Come con regularidad

Hay que intentar regularizar los horarios de comida lo antes posible. Durante el viaje no siempre es fácil hacerlo, pero es recomendable para normalizar el reloj biológico del cuerpo. Además realizar cinco comidas a lo largo del día puede ayudar a ir al baño, puesto que el comer con más frecuencia y de manera tranquila y sin prisas ayuda a hacer la digestión e incentiva la labor del tracto intestinal. 

Un botiquín bien provisto

Un neceser que contenga soluciones para situaciones inesperadas y que ayuden a prevenir o a solventar las pequeñas molestias que se experimentan en todo viaje es más que necesario. Un buen laxante con extractos vegetales que contribuya a favorecer las evacuaciones no puede faltar en la lista del viajero previsor. Algunos, como Fuca Hydro-Enema, ayudan además a proteger la mucosa rectal y pueden calmar la irritación que produce el estreñimiento. Este producto alivia el estreñimiento de forma rápida, ya que actúa entre 5 a 10 minutos.

Mantente activo

El ejercicio físico regular incluso durante las vacaciones es necesario para mantener todos los procesos de nuestro cuerpo en perfecto estado. Un paseo diario de una hora o salir a correr todas las mañanas antes de ir a la playa pueden ayudar también a la hora de ir al baño con normalidad.

Mantén a raya el estrés

Organizar un viaje, conducir si es el caso o adaptarse a un nuevo lugar puede producir estrés o hacer que se esté más nervioso de lo habitual. La ansiedad y los cambios emocionales también afectan a las miles de neuronas de nuestro intestino. Así que, es conveniente respirar hondo e intentar estar lo más relajado y sereno posible. Las vacaciones también están en tu cabeza.

No demores el momento de ir al baño

Muchas personas se sienten incómodas a la hora de ir al baño en lugares públicos, como museos o restaurantes, por lo que suelen demorar el momento. Es recomendable no alterar voluntariamente las pautas de nuestro intestino y conviene escuchar al propio cuerpo e ir al baño cuando sea necesario. El retener o posponer las evacuaciones puede contribuir a crear o empeorar el estreñimiento. 

Con estos pequeños consejos prevenir y mejorar el estreñimiento del viajero será una cuestión sencilla que te permitirá disfrutar sin molestias de unas vacaciones de ensueño.

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